Cada año pasa por nuestra mente la idea de ponernos en forma de cara al verano. Por suerte, actualmente encontramos herramientas que nos permiten personalizar nuestro plan de entrenamiento y hábitos alimentarios según nuestras necesidades. Debemos activar nuestro metabolismo, es decir que nuestro cuerpo queme más calorías a lo largo del día.
El desayuno sí, es la comida más importante del día. Nuestro cuerpo necesita nutrientes para comenzar el día con fuerza. En ocasiones pasamos por alto el desayuno y el almuerzo a media mañana, lo que hace que lleguemos a la comida con mucha hambre y nuestro metabolismo se ralentice. La mejor opción para adelgazar es tomar hábitos que aceleren el metabolismo, como desayunar fuerte y cumplir con las cinco comidas diarias, tomar especias (que además te dan sensación de saciedad) y aumentar las proteínas en la cena, limitando los hidratos.
Actividad física, cuanto antes mejor. Sabemos que madrugar cuesta trabajo, pero la primera hora de la mañana es esencial para hacer ejercicio. Si tu rutina diaria te lo permite, dedicar un tiempo en la mañana al deporte es la mejor manera de acelerar tu metabolismo durante todo el día. Cuida el descanso. Después de la actividad física, el cuerpo necesita su merecido descanso. Intenta dormir ocho horas al día, el cuerpo lo agradecerá y te ayudará a recargarte de energía para estar activos al día siguiente. Además, nos ayudará a tener mejor aspecto: piel más tersa y brillante, menos ojeras y arrugas… ¡Todo son ventajas!
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