El cáncer de mama a nivel emocional

El cáncer es un problema de salud pública a nivel mundial que no sólo pone en peligro la salud física de quien lo padece, sino que también perturba su salud psicológica y social. Entre los distintos tipos de cáncer, el de mama es el más frecuente entre las mujeres. El cáncer de mama es considerado una enfermedad crónica que impacta de modo importante en la calidad de vida de las pacientes.

El mismo curso de la enfermedad trae consigo diversas complicaciones que se presentan de manera novedosa en la vida de quien lo padece, lo cual implica un cambio en los estilos de vida, y la mayoría de las veces dicho cambio trae consigo diversos conflictos psicológicos que afectan tanto su desarrollo personal como su calidad de vida y posición frente a la enfermedad. Sobre todo, si los procedimientos oncológicos, como la cirugía conlleva secuelas que limitan y potencializan el desgaste cognitivo, emocional y conductual de las pacientes.

Es importante mencionar que no todos los casos de cáncer de mama son iguales, se diferencian tanto por las células anormales que les dieron origen como por la ubicación dentro del seno, sin embargo una de las diferencias más importantes que se debe detectar a tiempo, es el estadio en el que se encuentra, es decir, se debe describir cuál es su tamaño y si existen o no células cancerosas en los ganglios linfáticos y otros sitios del cuerpo.

El tratamiento al que se somete cada paciente es distinto y depende de la enfermedad. Las principales formas de tratamiento conocidas son:

Radioterapia
Quimioterapia
Tratamientos hormonales
Cirugía: se ofrece como primera opción para aquellas mujeres que presentan tumores pequeños, sin embargo también es una opción de tratamiento adyuvante.

En cuanto a la mastectomía (cirugía), es considerada como un procedimiento estándar en el tratamiento del cáncer de mama. La mastectomía consiste en la extirpación de la mama, gran parte de la piel de la pared torácica y nódulos. La mastectomía desemboca en varios conflictos, ya que culturalmente los senos son concebidos como un símbolo de feminidad, de expresión de erotismo, sensualidad y sexualidad. Es por ello, que la pérdida de un pecho o de ambos, repercute a nivel psicológico. Se produce un cambio en la autoimagen.

A nivel emocional, el impacto que tiene la mastectomía sobre la mujer, genera diferentes emociones y la intensidad con la que se presentan estas emociones varía dependiendo de los estilos de afrontamiento que tenga la persona. Los sentimientos más comunes ante una mastectomía son, sentimiento de pérdida, mutilación y una mala imagen corporal. También, la pérdida de un pecho o de ambos está asociada a sentimientos o emociones como la tristeza, frustración o enfado. Muchas mujeres a las que se les ha realizado la mastectomía, evitan las relaciones sociales y se tienden a aislar debido a que no se encuentran a gusto con su imagen corporal. También, este aislamiento se debe al miedo al rechazo. Por otro lado, en ocasiones puede resultar complicado mirarse al espejo o evitar mirarse la zona del pecho. Asimismo, a veces podemos ver o apreciar problemas en la sexualidad de la mujer y problemas en las relaciones sexuales entre las parejas.

A nivel de la sexualidad, los tratamientos pueden producir disminución de las relaciones sexuales, del deseo sexual y en ocasiones anorgasmia. Es por ello que la sexualidad, es un tema bastante complicado y a veces un tema que produce varias dificultades, por las distorsiones en la imagen corporal y las creencias disfuncionales sobre la reproducción de las mujeres. Además, evitan o se sienten evitadas en estas relaciones íntimas, y el creer que han dejado de ser sexualmente atractivas, trae como consecuencia que “no vuelvan a ser capaces de sentir ni dar placer, e incluso su capacidad de amar y ser amadas está mermada, es por eso que la aparición de trastornos sexuales y los conflictos en la pareja se dan de manera regular. El impacto del cáncer y sus tratamientos oncológicos, limitan la vida social, familiar y personal de las pacientes, de ahí la importancia de intervenir en estas problemáticas con el fin de lograr un reconocimiento de la nueva imagen corporal y así, mejorar la calidad de vida las pacientes mastectomizadas y disminuir el sufrimiento emocional.

El apoyo psicooncológico es importante para que las pacientes aprendan nuevas habilidades de autorregulación emocional, cognitivas y conductuales que les permitan disminuir los efectos de estos cambios corporales y así facilitar que la persona se pueda sentir más cómoda consigo misma y menos limitada. Estas alternativas de apoyo psicooncológico deben responder a las necesidades de las pacientes en las diferentes fases de la enfermedad como del tratamiento oncológico.

 

 

Gemma Resa Ortiz – Psicóloga Oncológica
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