El estudio Prevención con Dieta Mediterránea, sigue arrojando conclusiones. La última, que revierte en un 28% la incidencia del síndrome metabólico, una combinación de problemas sanitarios (hipertensión, colesterol, azúcar y triglicéridos altos) con la obesidad abdominal como primer indicador. El trabajo se ha publicado en la Canadian Medical Association Journal.
En el trabajo se siguió durante 4 años a 5.801 personas, de las que 3.707 tenían síndrome metabólico. Los participantes siguieron las pautas generales del estudio: una parte siguió una dieta baja en grasas, otra una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva, y una tercera la misma dieta con nueces añadidas. El resultado fue que los dos últimos grupos redujeron la prevalencia de síndrome metabólico un 28%.
Otra conclusión es que, en cambio, esa alimentación pautada no evitaba la aparición de nuevos casos.
“En este gran ensayo clínico, multicéntrico y aleatorio con la participación de personas con alto riesgo cardiovascular, se ha podido demostrar que la dieta mediterránea complementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos se asocia a una menor prevalencia de síndrome metabólico en comparación a una dieta baja en grasa” apunta Nancy Babio, coautora del trabajo e investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Obesidad y Nutrición (Ciberobn).
Fuente: El País
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